Y presentía que si le proponía una invitación me la aceptaría, pero mientras estaba en esa banca esperándolo mi cabeza dio mil vueltas pensando puras utopías que quizás en un momento temía que se hicieran realidad. Pensé que no llegaría, que la noche anterior se había olvidado de mi junto a otra, que me entregaría eso y se iría sin decirme aunque sea un te quiero, que se le había olvidado nuestro encuentro. Me sentía como el zorro, minuto que pasaba más inquieta estaba porque sabía que a las 12 en punto nos encontraríamos, quizás una vez más o por ultima vez en mucho tiempo más. Llegó y vi su pelo mojado, pensé rápidamente que venía de su casa, así que para mi felicidad descartaba todas las imbecilidades que había pensado recientemente. Me pregunté porque traía mochila, algo no calzaba pero luego calzó perfectamente cuando me entregó mis apuntes, en un momento pensé que sacaría un peluche de su mochila o algo por el estilo, pero vi el sobre y debo reconocer que me asusté, creí que eran mis cartas reducidas en un simple y sencillo sobre blanco, pero no fue así...solo era lo de contabilidad para mi fortuna. No dejé de mirarlo, lo sentía tan lejano, tan asumido. Pensé en un momento que llegaría con flores a buscarme diciéndome que era la mujer de su vida... gran error , pero por lo menos no se olvidó del encuentro. Mi nerviosismo no me dejaba comer tranquila, no recuerdo ningún sabor del desayuno, solo veía como el se escabullía entre el resto y se convertía en el hombre que me hacía soñar despierta, tan sencillo y simple a la vez ,pero que necesitaba tenerlo en ese momento en mis brazos. No quería y no quería, fue demasiado raro, sentí que había retrocedido 4 años casi, que no me amaba que no teníamos nada y nunca lo tendríamos. No le mentí y le dije que lo amaba, no me contuve y lo toque, quería ese beso si o si. Debo reconocer que no costó mucho pero para ambos fue algo desconocido porque ninguno estaba seguro de que pasaría después, creo que por eso el momento fue tan especial.
Te quiero a ti y conmigo, me pregunta si estoy segura a pesar de nuestras diferencias, le digo que si, levemente se va acercando a mis labios, el nerviosismo me invade solo cierro los ojos para sentir cada segundo de aquel momento, me besa y lo hace tan delicadamente como con miedo a que me quebrara , hace mucho tiempo que no me tocaba así, sentí que la vida se me iba en ese beso, en ese reencuentro.
Estoy feliz gracias a él y a nuestra mística relación que al parecer no tendrá nunca fin. Aunque terminemos una y otra vez algo en nosotros nos impulsa a estar juntos nuevamente, esas cosas en que el mundo juega a nuestro favor porque nos quiere unidos como nunca. No me importa nadie más en este mundo que él, no quiero a nadie más que a él. Mi inmadurez siempre se convierte en la antagonista de esta historia pero no volverá a ocurrir más.
Todo volverá a ser como era antes, no temas solo espera el momento preciso y se feliz junto a mi...y en ese instante tenemos que solo ser capaces de hacer algo en especial...disfrutarlo.