Mientras duermes yo aún sigo imaginando mi mundo paralelo de espacios y mucho papel, al final de mi faena no existe nada más maravilloso que recostar mi cansado cuerpo al lado del tuyo, poder disfrutar de cada respiración mientras sueñas, tocar tu cuerpo tibio que lleva horas en descanso, y te abrazo y temo de que algún día no despiertes, y temo que algún día me hagas falta, ¿qué haría sin tu compañía, sin tu voz, sin tu olor? y el miedo se apodera de mi y me aferro a ti hasta lograr sacarte de ese profundo sueño, se que lo odias pero ahora entenderás por que a veces suelo despertarte en medio de la noche. Eres el único que calma mis miedos, que me permite avanzar y lograr lo mejor de mi.
Y comienzo a unir mi respiración a la tuya y poder caer en aquel sueño profundo que estabas, y la mañana llega sin previo aviso y me dejas, estiro un brazo para sentirte y te has levantado, la tristeza de posa en mi, pero siento unos pasos y son los tuyos que vienen hacia nuestro cómplice espacio, y ahí estás tu, no te veo porque no suelo abrir mis ojos en esa parte del día, solo siento tu voz, tus pasos, tus ruidos y cuando te acercas para despedirte me quedo con tu aroma para llevarte conmigo todo el día.